
Días atrás asistiamos a la tragedia del Madrid Arena en la capital española, y pareciera que el mensaje de ese triste suceso no fue percibido.
La concentración de grandes cantidades de personas en espectáculos o reuniones del más diverso orden, en sitios cerrados, vallados, o confinados, representa de por sí un grave peligro.
Al amago de una simple falsa alarma, incidentes, protestas o desórdenes, no actúan ya los sujetos en forma individual, es la masa que se mueve en forma irracional, de ahí los trágicos saldos que quedan en estampidas en recintos religiosos, estadios, cines, boites, u otros lugares de gran afluencia de público.

En Chile parecemos olvidar el incendio del Templo San Manuel de la Compañía de Jesús en Santiago con 2.200 muertos , Sewell, las tragedias del Teatro Obrero, el Cine Astor, o la Boite Divine de Valparaíso, por nombrar algunos.
En el Congreso de Chile duerme hoy una normativa que clarifica la autoridad competente para inspeccionar y controlar los establecimientos dedicados a espectáculos públicos.
La Municipalidad de Maipú en forma privada y de consuno con los bomberos locales efectuaron el año pasado una muestra de la seguridad en Discos y Pub de esa comuna, constatando que un importante número de locales no contaba con las más mínimas medidas de prevención y resguardo. Cabe destacar que la Comuna de Maipú cuenta al día de hoy con una población de 526.000 habitantes.
El Alcalde de Maipú Christian Manuel Vittori Muñoz ha manifestado que los municipios chilenos no tienen autoridad para exigir normas de seguridad en establecimientos con afluencia de público, y que dicho control quedaría en manos de la Autoridad Sanitaria respectiva.
De lo anterior se desprende, que bajo el concepto de lucro y con total desprecio por la vida humana, se extienden patentes a doquier para instalación de hoteles, moteles, discos, pub, restaurantes y similares. sin que ninguna autoridad vele por las mínimas normas de seguridad en estos recintos.
En este contexto, es conveniente no incluir, ni confundir, las normativas de las respectivas Intendencias sobre realización de eventos deportivos masivos, como el fútbol, donde comunmente vemos como se producen desmanes y otros actos de carácter delictual, con el corolario de daños al mobiliario público y bienes de los vecinos de esos campos deportivos, y donde además observamos que agilmente se moviliza un gran contingente policial disuasivo al servicio de esos encuentros, que constituyen por lo demás un negocio muy lucrativo.
Para este tipo de reuniones si existe un cuerpo legal vigente que ha ido perfecccionándose en el tiempo..
La lamentable experiencia ocurrida en Santa María. Brasil aconsejaría no extender permiso para la autorización de lugares con gran afluencia de público, mientras los honorables parlamentarios no se dignen legislar sobre normas claras y precisas, que cautelen las vidas y bienes de los ciudadanos ante eventuales siniestros, que comunmente son provocados por la mano del propio ser humano.
También dentro de las normas para la autorización de este tipo de locales con afluencia masiva, sería necesario revisar la ordenanza de construcciones, a fin de que los locales cuenten con salidas expeditas e informadas, detectores, señales de alarma sonoras y luminosas, iluminación de emergencia, materiales retardantes de fuego, baterias de extintores, y lo más importante, una red de sprinklers, todos elementos normados, y bajo mantenimeinto permanente.

Hasta el día de hoy nadie sabe en Chile, cuanto se ha gastado en el casi fenecido proyecto de una línea de alarma única que sería el NIVEL 100, a imitación del 911 de América del Norte y Puerto Rico, o el 112 de la Comunidad Europea. Lo cierto es, que ese sistema se podría implementar con una CENTRAL conectada a los lugares que la autoridad competente indique como prioritarios ante una emergencia. Ello redundaría en mejorar ostensiblemente los tiempos de respuesta a emergencias, especialmente en zonas alejadas del centro de la ciudad, como podrían ser terminales aéreos y lugares de esparcimiento ubicados en la conurbación citadina.
Estamos muy lejos aún de los estándares internacionales sobre seguridad en recintos públicos, y sólo podemos decir que la suerte nos ha acompañado hasta este momento, de no tener que lamentar tragedias como la sufrida ayer en Santa María. Brasil.
Santiago Ferreiro Merino
DOCUMENTACION: se adjunta un compilado AUDIOVISUAL de algunos de los siniestros ocurridos en recintos de Discos. En la generalidad de los casos las investigaciones se vieron entorpecidas en todos los niveles por actos de corrupción, y ha sido además coincidente, que la mayoría de los dueños de los antros pertenezcan o hayan pertenecido al crimen organizado, o tengan otros antecedentes de carácter delictual.
VER: (advertencia imágenes fuertes).
http://worldtv.com/tv_documentales_
No hay comentarios:
Publicar un comentario